En una colonia solo hay una reina y es la única capaz de poner dos tipos de huevos: fecundados (de donde nacen las hembras) y no fecundados (de los que nacen los machos o zánganos).
Algunos datos de su morfología y características:
‐ Función: poner huevos
‐ Presentan el cuerpo alargado
‐ Las patas son de mayor tamaño que en los otros individuos, y no tienen cestillas
‐ Da la sensación de tener las alas más cortas, porque tiene el abdomen más alargado
‐ Presenta un color acaramelado, más intenso que las obreras o zánganos
‐ Se suele encontrar rodeada por un grupo numeroso de abejas nodriza (la corte), que la cuidan y alimentan con jalea real (es incapaz de alimentarse por sí misma)
Las reinas nacen de celdas reales o realeras.
Su único deber es poner huevos, para ello debe ser fecundada por los zánganos.
El vuelo nupcial, o de apareamiento, lo realiza -siempre y cuando las condiciones sean favorables-, más o menos, entre los 5‐9 días desde que nace. A los 4-7 días, después del apareamiento, comienza la puesta.
Durante la fecundación, se llena de líquido seminal la espermateca, con 10‐12 millones espermatozoides, que conservará durante el resto de su vida y empleará para fecundar los óvulos.
En condiciones ideales de clima y recursos, la capacidad de puesta de una reina puede ser hasta de 3.000 huevos/día. Los huevos los pondrá de acuerdo a las necesidades de la colmena.
Para mantener activa su presencia entre las abejas, la reina presenta unas glándulas que producen una feromona que se conoce como sustancia real, y que da cohesión a la familia.
El resto de abejas se encargan de distribuirla por la colonia.
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